Te pasa que eres tú.

No te pasa nada, te pasa que te bebes la vida con tantas ganas que tu mente siempre va por delante de tus actos, de los pensamientos perdidos de siluetas sin nombre. 

Te pasa que es en los pequeños detalles, los cuales poca gente tiene la suerte de ver y menos aún apreciar , en los que tú sientes tu paz profunda, tu calma eterna, tu ilusión y tu felicidad inminente.
Inexplicable para cualquier ser banal; tan inmensamente mágico y necesario como el aire para ti.

No te pasa nada, te pasa que no te gusta ser una medusa que sigue la corriente entre las sombras y superficies del mar, tú vas más allá, tu (te) sientes en el arte y en la filosofía, en todos los disfraces de verdad que posee el alma.

Te pasa que te preguntas, que eres valiente y que te atreves a bucear en ti para aprender a quererte cada día un poco más. Que tus sueños son enormes, tan enormes que no caben en la inmensidad de tu corazón ardiente, tan insistentes y tan vivos que la llama de la esperanza siempre consigue que estos (tus sueños) lleguen todos los días a la meta y consigan el primer sitio en el podio. 

Les pasa que ellos no se atreven a ser como tú, que tienen miedo y que saben que tu luz brilla más que cualquier estrella del cielo. Que les importa demasiado el que dirán, que solo están preocupados por aparentar una vida ideal que ni tienen, ni existe.

Les pasa, pues eso, que no se atreven a ser tal y como son, y el esfuerzo de mantener una careta todos los dias cansa hasta en época de carnaval. 

No desistas jamás de tus sueños por aparentes actos de valentia reflejados en críticas nacidas del miedo a ser menos que tu (luz). BRILLA,

Siempre.

                                                                                                                         


                                                                                                                        Rocío Lorenzo Salvador.

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