Una vez me enseñaron a apagar la mente, he de reconocer que no suena nada fácil cuando es esta la que dirige nuestras vidas, pero me enseñaron,
me enseñaron a apagar la razón, a apagar el control y a entender que en la vida si queremos ser felices,
si queremos ser personas de verdad, esta, no es la mejor manera de conseguirlo.

Entonces me pregunté, "sin esto, ¿cómo decidiré qué caminos coger y cuales dejar?",
y puedo afirmar que me revelaron el mayor truco de magia que he visto jamás.

"Tienes que ser y hacer con y desde el corazón",
la verdad que la primera vez que lo escuché me quedé perpleja, "¿cómo se hará eso?",
"cierra los ojos, lleva las manos al pecho y siéntete, piensa que estás en un espacio vacío,
no hay nada ni nadie que pueda influenciar lo que sientes realmente, lo que necesitas,
lo que definirá tu paz interior, eres tú, con todo y con nada, pero siempre y únicamente tú".

Puedo garantizar que después de este truco maestro descubrí que la única verdadera maestra es la vida,
que nos enseña lo que ella considera que toca en cada momento,
(todo ello no suele tener como sinónimo la palabra "fácil", pero lo verdaderamente gratificante, la verdadera felicidad nunca se alcanza solo con chascar los dedos),
puede que no nos enseñe lo que nosotros queremos aquí y ahora pero siempre siempre siempre nos mostrará lo que necesitamos, todo aquello que nos haga crecer más y mejor).

¿El mejor consejo?

ACEPTAR.
ser, sentir y actuar SIEMPRE desde el CORAZÓN.



Rocío Lorenzo Salvador.