Juzgamos, juzgamos y volvemos a juzgar.

Una pregunta,
¿conoces algo sobre el pasado de esa persona que estás convirtiendo en "este/a" con desprecio?

Tendemos a hablar mal de alguien cuando hacen algo que según "nuestros principios reales, se sale de lo correcto", pues mira te aclaro que ni vivímos en la realeza ni somos nadie para juzgar el porqué de los actos de otra persona.

¿Porqué?
Pues porque todo queda muy bonito y muy claro desde fuera, "no hay duda alguna de que es tal o cual, después de lo que ha hecho...".
A ver, primero ponte tú en su situación, cierra los ojos y escuchando al corazón piénsate, quizás no actuarías tan distinto...

Es mucho más cómodo el papel secundario que el de protagonista
¿no crees?
Además te aseguro (y creo que tu también puede que tengas la certeza), que solo te sabes la mitad de la película y maquillada por el héroe de la historia al que todos apoyan.

Pero sobre todo porque debemos pararnos, pararnos antes de hablar y decir tonterías, porque no tenemos ni idea de lo que está pasando esa persona, del porqué de sus actos, de que vida pasada le mueve a actuar de una forma u otra, o sus miedos,
¿sabes?
Aunque quizás en ese momento no te lo parezca esa persona tiene corazón y te agradecería mucho que te pusieras un segundo en su lugar, que en el banquillo la vida siempre es más fácil.

Porque quizás deberíamos dedicarnos a ser valientes, no a juzgar y paranos a mirarnos más por dentro que a mirar por fuera a los demás.


Ro Lorenzo Salvador.