Es gracioso, es gracioso como el amor y el miedo van de la mano,
¿suena contradictorio verdad?

Lo sé, pero así es. 
A más amor más miedo.

Miedo a perder a esa persona que se ha convertido en tu "todo", a que se vaya, a que no vuelva, a la escasez de ti cuando él no está.

Es normal, es señal de que el amor es real, que está ahí, palpable en el aroma a paz cuando estás a su lado.

Es normal, pero si te digo la verdad, no sirve para mucho...

El amor nunca debe ser miedo. El amor debe ser ese "me tiro a la piscina, por ti, aquí y ahora, con todo",
además, te diré un secreto:
nunca te quedarás sin nada porque cuando una persona llega a ti es siempre, siempre, siempre para enseñarte algo que necesitas para tu crecimiento personal. Así que respira y agradece.

El amor debe ser entrega plena sin temor, sin temor al rechazo o al abandono, sin temor. A secas.

El amor debe ser esa confianza plena, el escondite donde guardemos nuestros secretos más preciados, aquellos que nos de miedo contar, los que nos hacen más vulnerables. Y el amor es ese no saber explicar con palabras el estallido dulce del alma.

Sumerjamonos más,
sin miedo.

Vendemonos los ojos y vivamos el hoy con tanta intensidad que provoquen ganas de un mañana.

Ro Lorenzo Salvador.

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