Para mi la imperfección es la unica belleza objetiva que existe y podrá existir jamás.

La imperfección nos hace únicos, únicos e irrepetibles, nos hace mágicos, nos convierte, nos convierte en mejores personas, en amor, en aceptarnos tal y como somos.

La perfección no existe, la perfección real no.

Los cánones de belleza son mentiras creadas para la superficialidad, para el engaño, para el compararnos y juzgar.

Nunca, y repito, nunca debemos juzgar a un libro por su portada, porque, ¿cuántas veces te has equivocado con alguien por mirar solo por fuera?

Para mi la belleza solo existe en el alma, y en el alma no hay lugar para juicios sinsentido.

Para mi la belleza es como el arte; abstracta, enigmática, siempre "está bien", sólo depende con los ojos que la mires, y es que tienes que mirarla con los ojos del corazón.
La belleza es tuya y de nadie más y eso nos hace especiales, nos hace más nosotros, es nuestra magia, no hagamos copyright.

Que aburrido sería ser todos iguales, ¿no crees?

Seamos perfectamente imperfectos, seamos belleza en el interior, centrémonos en los gestos de buen hacer, en la paz que desprenden las miradas del alma, en el amor verdadero.

Centrémonos en bucearnos, en devorar libros no solo por su portada, sino porque nos morimos por descubrir que hay detrás de cada carcasa, porque hay que dar(se) la oportunidad, ¿que secretos guarda cada persona en su interior?.

Al final el cuerpo, se desvanece, es material, una distracción, no es nada, lo material nunca jamás nos hará feliz, nunca.

En los cuentos de hadas no terminan nunca comiendo perdices por la belleza exterior, sino porque han sabido regalar el enorme corazón que hay su interior, sin miedos.

Porque lo de fuera, no importa, es mera apariencia, sólo está para sujetarnos cuando queramos correr fuerte hacia nuestros enormes sueños. Recuerdalo siempre, todos los días.

Así que no perdamos más años de vida en establecer cánones de belleza estúpidos porque la belleza sólo está en el interior.

Regalémonos flores y un café y olvidémonos del resto.



Ro Lorenzo Salvador.

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